Bichectomía sin cirugía: ¿mito o realidad?

La bichectomia de beOnese ha convertido en una de las intervenciones estéticas más solicitadas por quienes buscan un rostro más delgado y definido. Sin embargo, no todo el mundo está dispuesto a pasar por el quirófano. En este contexto surge una pregunta que cada vez se hace más popular: ¿es posible lograr una bichectomía sin cirugía?

La idea suena tentadora: afinar las mejillas, marcar los pómulos y conseguir un rostro más estilizado sin bisturí, sin anestesia y sin postoperatorio. Pero ¿realmente existen alternativas efectivas a la extracción quirúrgica de las bolas de Bichat?

¿Qué es exactamente una bichectomía?

Antes de hablar de métodos alternativos, conviene recordar qué es una bichectomía tradicional. Se trata de una intervención quirúrgica mínimamente invasiva en la que se eliminan las bolas de Bichat, unos cúmulos de grasa encapsulada situados en las mejillas. El procedimiento dura entre 30 y 45 minutos, se realiza con anestesia local y tiene una recuperación relativamente rápida.

El objetivo es conseguir un rostro más anguloso, reducir el volumen de las mejillas y realzar los pómulos.

¿Es posible lograr ese mismo efecto sin cirugía?

Aquí es donde la cosa se complica. Técnicamente, no se puede eliminar una bola de Bichat sin cirugía, ya que se trata de una grasa encapsulada en una zona profunda del rostro, protegida entre músculos. Por tanto, cualquier tratamiento que prometa resultados idénticos sin intervención quirúrgica debe ser observado con escepticismo.

Sin embargo, existen tratamientos estéticos no invasivos que pueden ofrecer un efecto visual similar, aunque no permanente ni tan definido como el de una bichectomía.

Alternativas a la bichectomía quirúrgica

A continuación, repasamos algunas de las opciones más populares para afinar el rostro sin necesidad de bisturí:

1. Radiofrecuencia facial

La radiofrecuencia estimula la producción de colágeno y mejora la firmeza de la piel. Aunque no elimina grasa, puede redefinir el contorno facial y reducir la flacidez, dando un aspecto más estilizado.

2. Ultrasonidos focalizados (HIFU)

Los ultrasonidos de alta intensidad actúan en capas profundas de la piel y pueden romper pequeños depósitos grasos, además de tensar los tejidos. Suelen recomendarse en personas con flacidez leve.

3. Mesoterapia lipolítica

Consiste en la infiltración de sustancias que ayudan a disolver grasa localizada. Puede utilizarse en las mejillas, aunque su eficacia es limitada y requiere varias sesiones.

4. Ejercicios faciales o «face yoga»

Algunos defienden que ciertos movimientos repetitivos ayudan a tonificar la musculatura del rostro. Si bien pueden mejorar el tono general, no eliminan grasa ni sustituyen una bichectomía real.

Entonces… ¿es un mito o hay algo de realidad?

La idea de una “bichectomía sin cirugía” como tal es, en gran medida, un reclamo comercial. No existe un tratamiento no invasivo capaz de eliminar las bolas de Bichat como lo hace la cirugía. No obstante, sí hay técnicas que pueden mejorar el aspecto del rostro, sobre todo en casos leves o en pacientes que buscan un resultado más sutil.

La clave está en tener expectativas realistas y dejarse guiar por un profesional. Lo ideal es acudir a una clínica de medicina estética o cirugía facial donde evalúen tu caso y te propongan la opción más segura y efectiva.

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